La Muerte No Existe, la Muerte es solo el comienzo


Un Vídeo sobre la Muerte y una Historia real de un encuentro con la Pelirroja de las Rocas Gigantes

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A continuación una Historia Real de un encuentro con un atado a la tierra, en el Copé pueblo ubicado en la Provincia de Coclé.

¿ Podrían los dispositivos electrónicos como las cámaras digitales captar la silueta de algún espíritu desencarnado atado a la tierra ?

Este es un sitio Metafísico, y la palabra Metafísica precisamente significa entender lo que va más allá del mundo físico, por eso es preciso comprender el fenómeno de la vida más allá del la muerte del cuerpo físico. 

Debemos asimilar este proceso llamado muerte e involucrarnos lo suficiente en su comprensión, como para saber a qué nos estaremos enfrentamos y de esta manera poder guiar nuestros pasos para cuando nos llegue el momento de trascender o sea de desencarnar.

Si no tomamos esta iniciativa, entonces estaríamos perdidos e ignorantes cuando llegue nuestra hora de la partida al mas allá. Tenemos que tener claro, que somos espíritus encarnados en un cuerpo físico que algún día dejaremos irremediablemente, la muerte es una certeza.

Por eso les paso a relatar la siguiente historia real que me ocurrió para que cada quien saque sus propias conclusiones.... 

Era Febrero del año 2015 y ya había llegado la estación seca acá en Panamá, los azules cielos invitaban a dar un paseo de fin de semana por allá por esas áreas rurales de uno de los pueblos mas hermosos y naturales de Panamá, llamado Penonomé, ubicado en la Provincia de Coclé. 

La verdad es que el tiempo era perfecto y se prestaba para irnos de paseo y todos estábamos muy entusiasmados para lanzarnos a esta aventura.

Penonomé sería nuestro destino principal para el paseo del fin de semana que se acercaba, este lugar tan hermoso y con tanta historia que viene desde antes del tiempo de la Colonia Española en Panamá, que a cualquiera le produce encanto por sus hermosos paisajes naturales y por su montañas vírgenes, que nos esperaban silenciosamente.

No faltaba más, había que hacer algo el fin de semana, teníamos dinero, tiempo y un tremendo auto, así que decidimos prepararnos para visitar este hermoso pueblo ubicado en una de las áreas más hermosas de Panamá.

No podíamos esperar más, este era el momento para dar ese paseo tan esperado, y decidimos preparar el equipaje y salir ese mismo fin de semana.

Era la noche del viernes, y la luna brillaba como preparándonos el camino para esta aventura tan maravillosa que disfrutaríamos. No dejaba de pensar en lo mucho que nos divertiríamos en ese paseo, no pude mas, y me quedé dormido, mis sueños me llevarían a la alegría de un nuevo amanecer.

Las horas pasaban y de repente escuché al fondo el cantar de los gallos que anunciaban el nuevo día y el comienzo de nuestra gran aventura que empezaría muy temprano en la mañana.

Ya todo estaba preparado y después de habernos arreglado, salimos finalmente rumbo a nuestro destino principal, Penonomé.

Manejábamos sin ninguna prisa y nos deleitábamos con el bello paisaje que se mostraba a nuestro paso, verdes pastizales que simulaban una alfombra fabricada por Dios, era tan hermoso ver tanta vida a nuestro paso. A medida que avanzábamos buscábamos un lugar ameno en donde tomar un buen desayuno típico. 

Ya eran como las 7 de la mañana y en el camino, divisamos un modesto Jorón, que nos invitaba a entrar, y decidimos finalmente visitarlo. 

Ahí se encontraban una hermosas mujeres de la campiña, que atendían al publico de manera bien cordial. Estábamos muy deseosos de tomar un buen café y cualquier comida típica panameña que nos reviviera el espíritu. Ya tenía la carta en mis manos y había para ofrecer una gran variedad de opciones para tomar un buen desayuno mañanero.

Me decidí por unas hojaldas y también había disponible chicharrones, patacones, yuca frita, bofe, y todo tipo de frituras que se veían tan deliciosas, que me recordaban a las que hacía mi abuela cuando era pequeño.

Finalmente me decidí por unas hojaldas y unos chicharrones que iban muy bien con ese cafecito negro que tenía un olor muy exquisito.

Todos disfrutamos de ese rico desayuno, mientras las dependientes del Jorón nos atendían como verdaderos reyes.

Después de haber pasado esta velada de forma tan amena, decidimos continuar nuestro viaje rumbo a Penonomé, allá nos esperaban las montañas vírgenes, esas guardianas silenciosas de ese lugar, que disfrutaríamos mucho. 

Penonomé, es la ciudad cabecera de la Provincia de Coclé que fue fundada en Abril de 1581 con el Nombre de un Cacique Indígena que se relacionó con los españoles en 1515 cuando incursionaron por primera vez hacia la región sur-occidental del Istmo de Panamá.

Penonomé fue parte de lo que es el histórico camino de Cruces y después de que Panamá la Vieja fuera destruida por el pirata Henry Morgan en 1671, esta funcionó como la capital temporal de Panamá, mientras se construía una nueva ciudad de Panamá, la cual hoy en día se le conoce con el nombre de Casco Antiguo. 

Varias leyendas hablan sobre el origen de su particular nombre el cual está relacionado a un Cacique indígena coclesano cuyo nombre fue Nomé. 

La leyenda más popular conocida, cuenta que los españoles después de torturar y matar al Cacique, como medida de intimidación a los indígenas rebeldes, colocaron una advertencia que rezaba: **Aquí penó el Cacique Nomé** , y he aquí el nombre que lleva este pueblo actualmente: Penonomé.

Continuando con el relato de esta historia... Después de haber visitado y hecho algunas compras en Penonomé, nos dirigimos a la casa de mi prima, la cual estaba ubicada en un pequeño pueblo rural llamado El Copé que está ubicado a unos kilómetros de Penonomé, lugar en donde nos hospedaríamos y pasaríamos algunas noches. 



A nuestra llegada al El Copé, el paisaje era hermoso y estábamos todos alegres al emprender esta aventura que nos ofrecía la oportunidad de disfrutar la naturaleza en donde se podía apreciar el reino elemental en todo su apogeo, ese es mi Panamá querido. Paisajes hermosos y dignos de un sueño de hadas.

Ahí se podían divisar esas montañas milenarias que estaban ahí desde la formación del Istmo de Panamá, y que nos daban la bienvenida a este lugar tan hermoso que ofrece ríos, cascadas milenarias naturales y una flora y fauna muy exuberante. 



Cascadas Las Yayas, El Copé, Provincia de Coclé





Continuábamos nuestro camino, mientras nos acercábamos a nuestro destino, que finalmente ya teníamos frente a nosotros, ya habíamos llegado a la casa de una prima muy querida, que nos aguardaba para darnos la bienvenida. Era de noche y se sentía una briza muy fría pero agradable, la que es una característica propia de la estación seca allá en la campiña interiorana de las Montañas de El Copé.



Era una casita pequeña y muy modesta, pero la paz y la  tranquilidad que se respiraba en ese lugar en donde nos darían hospedaje, no tenía precio. Todos estábamos muy contentos porque la pasaríamos muy bien.

Todos nos sentamos en familia y la alegría de estar juntos nos causaba un gran placer y luego compartimos unos refrescos y tomamos unos ricos bocadillos mientras conversábamos de forma amena. 

Como siempre, en Panamá se acostumbra a creer, en las Brujas nocturnas, en la Tulivieja, en la Tepesa y en otros personajes que son parte de nuestras tradiciones y leyendas.

De repente, dentro de la conversa que sosteníamos, salió a relucir el tema de los duendes y otros temas que nos ponían los pelos de punta y entre intercambios de opiniones, nos reíamos y la pasábamos muy bien, mientras comíamos ricos bocadillos acompañados de refrescos.

Sin darnos cuenta, ya había llegado la hora de ir a dormir, estábamos muy cansados y debíamos descansar un poco.



Yo estaba extenuado del viaje y había llegado la hora de turnarnos para darnos un baño e ir a descasar. Mientras esperaba mi turno, por pura curiosidad, me fui al patio trasero de la casa y quedé sorprendido ante unas inmensas rocas que ahí reposaban, eran realmente inmensas, nunca había ido a ese lugar. La verdad que me llamaron mucho la atención por su gigantesco tamaño, belleza y por una energía muy particular que emanaba de ellas.

Era obvio que todas estas inmensas rocas habían estado reposando allí por miles de años, probablemente desde la formación del Istmo panameño, ellas parecían las guardianas de ese lugar y lucían maravillosas e imponentes.

Ya había llegado mi turno para meterme a darme mi ducha. La voz de mi prima interrumpió el silencio, y me alertaba de que era mi turno de tomar mi ducha. 

Me dirigí al baño, la temperatura del agua era muy fría pero era agradable y mientras tomaba mi baño, seguía pensando en las inmensas rocas que reposaban en el patio trasero de la casa.

Después de haber tomado mi ducha, me dirigí al cuarto en donde mi cama estaba finamente acomodada, me recosté con intensiones de dormir, pero no dejaba de pensar en esas enormes rocas que estaban afuera, justamente detrás del cuarto donde yo  dormiría. 

Luego me quedé profundamente dormido y pasaron un par de horas mientras dormía, ya eran como las 2 de la madrugada, cuando repentinamente desperté porque escuché una voz que me susurraba al oído, y que me invitaba a salir al patio.

La verdad no sé si había estado soñando o algo por el estilo, pero me sentía tranquilo y no hubo en mi nada de sobresalto. Me levanté de la cama con la intensión de ir al baño, ya que había tomado demasiada agua y refrescos.

Todavía pensaba en las gigantescas rocas que afuera del patio trasero de la casa estaban y de repente me pasó una idea por la mente de llevar conmigo mi cámara digital, para tomar unas fotos de la rocas, no quería regresar a casa sin llevarme un recuerdo de esta aventura que habíamos empezado a disfrutar, así que me dirigí al baño trasero de la casa y llevé conmigo mi cámara digital.

Para llegar hasta el baño, había que pasar por un pasillo muy oscuro, pero no tenia miedo.


Camine por ese pasillo, llevaba mi cámara digital conmigo, y entonces decidí empezar a tomar fotos del lugar, mientras me dirigía al baño. 

Cuando salí del baño, algo en mi mente me decía, "Anda y tómale unas fotos a las Gigantescas Rocas", y en efecto, me dirigí a la parte trasera del Patio y ahí estaban esas Gigantescas señoras milenarias que parecieran las encargadas de custodiar ese misterioso lugar. 

Hacía mucho frío y la temperatura me erizaba los bellos, pero no tenía miedo, solo avance hacia donde estaban las Gigantescas Rocas, que agrupadas todas asemejaban un lugar parecido a un antiguo Cementerio.

Me preparé para tomar mi primera foto de ese lugar, mientras un frío inexplicable recorría todo mi cuerpo, un silencio muy particular envolvía el lugar. Súbitamente estaba tomando fotos del lugar en todas direcciones, era una sensación que me inducía a que lo hiciera, a que tomara las fotos. 

Contemplaba a esas Gigantes inertes que no sé porque me llamaban tanto la atención. Tome las fotos que pude y regresé a mi cuarto. El resto de la noche pude dormir plácidamente y sin el mayor de los problemas.

Dormía profundamente, cuando de repente empece a escuchar el canto de los gallos, el amanecer se avecinaba, y verifique  la hora en mi celular, eran las 5:15 a.m. y ya casi salía el sol.

Pasado el rato, escuché la voz de mi prima, que venía de la cocina, ella estaba preparando el desayuno para todos los que ahí estábamos, ella era muy espléndida y quería siempre atendernos de la mejor manera.

Decidí que ya tendría que levantarme y me dirigí al baño a cepillarme los dientes, mientras contemplaba la salida del sol, las aves le daban la bienvenida al nuevo día y también yo le daba gracias a Dios.

Ahí estaban todos sentados a la mesa, eran las 6:30 am, y nos disponíamos a tomar el desayuno, que incluía bollos de mantequilla, costillitas de cerdo fritas y un café con sabor a muy sabroso, que era el mejor desayuno típico panameño que había tomado en meses. 

Mientras disfrutaba del desayuno, todos hablábamos de temas variados y finalmente terminábamos la jornada, hablando de que haríamos durante el día. 

Me retiré de la mesa, y me dirigí a mi cuarto a buscar mi cámara digital para continuar tomando fotos en el patio trasero de la casa y a la vez quería verificar las fotos de las Gigantescas Rocas que había tomado en la madrugada.

Me senté en el portal de la casa, a revisar las fotos que ya había tomado y quedé atónito al ve que en una de las fotos se podía observar la imagen de una Mujer Blanca Pelirroja, muy bien maquillada con labios rojos como de color rosa, mejillas encendidas como si estuviera maquillada, tenía un semblante de tipo Europeo con facciones muy finas y tenia un rostro hermoso el cual reflejaba una expresión de sorpresa.

Su rostro se asomaba ligeramente en el medio de los dos tronquitos que se bifurcan, en uno de los árboles que ahí estaban, justo al lado de una Gigantesca Roca, como se ve en la foto.

En la foto que aparece debajo, se pueden ver la cabeza de la mujer, justo en medio del tallo del pequeño árbol que aparece en la parte derecha de la foto, se puede ver el cabello rojizo y la tez blanca y su rostro bien maquillado.

Está justo debajo de la pequeña esferita de luz blanca que aparece cerca del tallo del árbol que se bifurca en la foto.

Foto tomada la Primera Noche, solo aparece la Mujer Pelirroja en la Foto que esta debajo



Estas son una de las Rocas mas pequeñas, Había una de más o menos 7 metros de altura que asemejaba un Asteroide en Miniatura

Foto que tomé, la Primera Noche, solo aparece la Mujer Pelirroja en la Foto que esta debajo (Foto Ampliada).


Luego de ver estas fotos corrí sorprendido donde mis primos que ahí se encontraban para mostrarles la imagen que fácilmente se veía en la foto.

Todos quedamos muy sorprendidos y pensé que esto podría deberse a que hubo presencia de españoles en Penonomé, pero cabe destacar que Panamá fue colonizada por los españoles y muchos de ellos vivieron y murieron en Penonomé y probablemente sean espíritus que todavía divagan en este lugar.

Pero hasta aquí no llega esta historia que fue real y es algo que vivimos. 

Me quedé pensando en las fotos y esperé que anocheciera, luego me dispuse a tomar otras fotos mas del mismo lugar en la madrugada de esa noche.

Programé mi celular para que vibrara a las 2:30 a.m. y  para que me despertara. 

Pasaba la noche y de repente mi celular empezó a vibrar avisándome que ya era hora de ir a tomar mas fotos de las Rocas que en el patio de la casa estaban.

Muy silenciosamente y sin que nadie lo supiera, me dirigí al patio trasero de la casa por segunda vez y empecé a tomar fotos del lugar donde podría estar morando el espíritu de la Pelirroja. 

Calladamente, tomé varias fotos del lugar y luego regrese a mi cama y esperé a que amaneciera, para revisar las fotos que había tomado.

Para mi sorpresa, en la foto que tomé la segunda noche, aparecía la misma mujer pelirroja, pero esta vez , la acompañaba un hombre colorado, de semblante europeo.

Los dos se pueden apreciar en la foto que esta debajo,exactamente en medio de las dos horquillas que sostienen el pantalón corto blanco que aparece en la foto y que está colgado en la cuerda. 

Como pueden ver hay dos cabezas que están juntas, en la cámara digital ambas fotos muestran la misma mujer con el mismo rostro en dos diferentes noches. 

En la segunda noche que tomé el segundo juego de fotos, ella y su acompañante, un caballero lucen ambos un traje de la época de los colonización española y ambos aparecen muy cerca el uno del otro como si el amor los continuara uniendo aun después de la muerte de su cuerpo físico. 

Ambos aparecen en la foto con una expresión muy fría y de sorpresa en el rostro como se aprecia en la foto original y ambos son de raza Europea con facciones  físicas muy finas, propias de la raza europea. Nunca había tenido un tipo de experiencia como esta, tan descriptiva y real.


Foto que tomé la Segunda Noche, aquí 

debajo aparece la Pareja (la Mujer Pelirroja y el Caballero Caucásico, ambos con facciones Europeas).


En la foto de abajo, justo encima de la casa, se observan esferas blancas en todas partes, no se que serán ? pero abundan por todo el lugar.



Esta mujer Pelirroja y su acompañante, podrían ser desencarnados que aun están atados a la Tierra y que no han aceptado su muerte ?

Quien sabe si su próximo paso será aceptar de que ya no pertenecen al mundo de los vivos ?

Son entonces espíritus atados a la tierra ? De lo que si estoy seguro, es de que la Pelirroja de las Rocas Gigantes y acompañante, podrían estar atados a este lugar tan misterioso por muchísimos años mas, hasta que pidan ser llevados a la luz. 

Los decretos de la Orden de la Misericordia y del tránsito feliz, son de gran ayuda para la liberación de todos aquellos espíritus que todavía no han pasado a la luz y que continúan atados a la tierra.

Ellos deben hacer su tránsito a la luz y nunca quedarse como espíritus errantes, ya que de esta forma no podrán continuar su desarrollo espiritual. 

Cada uno de ustedes podrá sacar sus propias conclusiones y prepararse con estos conocimientos que nunca están de más. 

Lo que si es cierto es que debemos estar preparados para la muerte, la muerte no existe, la muerte es solo el comienzo, somos seres espirituales viviendo en cuerpos físicos y nunca debemos quedarnos como espíritus errantes después de haber pasado al otro lado.


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